Frente a las nuevas realidades que nos presenta, regala o impone la vida, a veces nos volvemos excepticos, incrédulos, dejamos de lado la fe, aunque el exito de la aventura no dependa de nosotros.
Me refiero a aquellas veces en que, si bien somos partes del "entuerto", somos más bien espectadores, actores secundarios pero no protagonistas...en lugar de desconfiar, a veces es necesario esperar, tener paciencia y disfrutar del privilegiado lugar que significa ser espectadores. No todo debe estar en nuestras manos, ni lo está ni nunca lo hará.
observar y confiar, descubrir qué es lo importante...y sentarse a disfrutar,...tener fe!
No hay comentarios:
Publicar un comentario